Todos nosotros y nosotras hemos nacido sin duda en lo que los mayores llaman la "era digital". Este dato no se nos puede escapar y de hecho no se nos escapa. Nos gusta aprender a través de la observación, de la manipulación, de la escucha activa persona a persona, del diálogo que nos ayuda a tener espíritu crítico...y también, por qué no, de lo que también denominan los mayores la herramienta del futuro: las nuevas tecnologías.
Ya desde los tres años en nuestras clases contamos con pizarras digitales en las que trabajamos de forma habitual y también, como ya sabéis, una hora a la semana hacemos desdobles para ir al aula de informática.
El curso pasado, cuando estábamos en 4 años, comenzamos a hacer nuestros pinitos con el "lenguaje computacional" y la "programación de robots". ¿A que suena la mar de técnico y de difícil?, pues nada de nada, como todo en esta vida si se adapta a nuestras características evolutivas y además cumple con la máxima de la motivación, pues allá que vamos y lo intentamos.
Este curso hemos vuelto a retomar ya hace algunas semanas el tema de la robótica. Para ello cada uno de nosotros hacemos de "ROBOTINES y ROBOTINAS" sobre una gran cuadrícula dibujada en el suelo. Otro compañero o compañera, habitualmente el encargado o encargada del día, ha de programarlo para que alcance un objeto (en este caso algo vinculado con el circo). Un paso hacia adelante, un giro a la derecha...
También lo hacemos en la pantalla y luego anotamos las órdenes.
Nos gustaba jugar de esta manera pero también quisimos complementar nuestros avances a través de algún robot que definitivamente hiciera lo que nosotros de verdad le mandábamos, sin dudas ni querencias de llegar seguro a donde queríamos llegar... Compramos así a nuestro SUPERRATÓN y allí que nos lanzamos a programarlo para ver si lograba alcanzar el queso.
También hemos experimentado con dos BeeBots que nos han dejado. Funcionan de forma similar a nuestro ratoncillo y lo cierto es que las hemos disfrutado mucho porque venían con unos tapices que nos han hecho divertirnos mucho.
¡Estamos encantados con esto de que nos hagan caso!
Y cuando no, nos morimos de risa y pensamos que se han vuelto locos.
También hemos puesto ya en funcionamiento el "Rincón de las tablets". De esto ya dan fe las señoritas de que algunos tenemos horas de vuelo y las controlamos a las mil maravillas. La mayor dificultad consiste en aceptar el juego al que les toca jugar. El negocio está claro: primero has de jugar al propuesto y luego tú eliges a cual quieres jugar.
¡Nuestra educación no se puede escapar a las nuevas tecnologías y...
...las hemos implementado!
Pero que listos son estos niños????��
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